La directora del Museo del Louvre, Laurence des Cars, anunció este miércoles que se instalarán nuevas cámaras de vigilancia y sistemas antirrobo como parte de la implementación de medidas de seguridad más estrictas tras el robo de las históricas joyas el mes pasado, informó AP.
Así, se colocarán unas 100 cámaras adicionales que estarán en funcionamiento a finales del próximo año, mientras los sistemas antirrobo comenzarán a instalarse dentro de dos semanas, anunció la directora ante la Comisión de Asuntos Culturales de la Asamblea Nacional.
"Tras la conmoción, tras la emoción, tras la evaluación, es hora de actuar", dijo Des Cars a los diputados. Las nuevas cámaras tratarán de garantizar "la protección total del entorno del museo" e impedir que los intrusos se acerquen a los edificios, afirmó.
Anunció que tales pasos forman parte de las 20 nuevas medidas de emergencia que se han tomado, las mismas que también incluyen la creación de un puesto de "coordinador de seguridad", cuya oferta de empleo ya se ha publicado.
Seguridad técnicamente obsoleta
Por otra parte, Des Cars reveló algunos detalles del robo ocurrido el 19 de octubre, que se llevó a cabo en siete minutos, tiempo en el que los ladrones forzaron la ventana de la Galería Apolo. Indicó que las herramientas utilizadas para cortar las vitrinas eran cortadoras de discos destinadas al concreto.
"Es un método que no se había contemplado en absoluto", admitió, y señaló que, en 2019, cuando se sustituyeron las vitrinas, se diseñaron para contrarrestar un ataque con armas. "Los videos muestran lo difícil que fue para los ladrones", aseguró.
La directora destacó que mejorar la seguridad es una prioridad del plan de 10 años llamado 'El nuevo renacimiento del Louvre', que arrancó a principios de este año con un coste de hasta 933 millones de dólares para modernizar la infraestructura y dedicar una galería a la Mona Lisa, entre otras medidas.
"La amplia modernización que sufrió el Louvre en la década de 1980 está ahora técnicamente obsoleta, con equipos que llevan 40 años funcionando por encima de su capacidad", explicó Des Cars, que intentó frenar el deterioro causado por el turismo masivo restringiendo el número diario de visitantes.



