El presidente de EE.UU. declaró este lunes que está dispuesto a aplicar la Ley de Insurrección para desplegar el Ejército en las ciudades que, según considera, deben ser salvadas del crimen.
"Lo haría si fuera necesario. Hasta ahora no ha sido necesario, pero tenemos la Ley de Insurrección por una razón. Si tuviera que aplicarla, lo haría. Si la gente estuviera siendo asesinada y los tribunales nos estuvieran frenando o los gobernadores o alcaldes nos estuvieran frenando, claro que lo haría", afirmó Donald Trump.
"Quiero asegurarme de que la gente no sea asesinada. Tenemos que asegurarnos de que nuestras ciudades sean seguras", agregó.
En este sentido, Trump criticó al gobernador de Illinois, Jay Robert Pritzker, y al alcalde de Chicago, Brandon Johnson —que denunciaron la decisión presidencial de desplegar a la Guardia Nacional, bajo control federal, en Chicago—, por decir que "lo tienen todo bajo control", aunque en realidad "ocurre lo contrario". El presidente afirmó que los residentes de esa y otras ciudades como Portland (Oregón) "tienen miedo por sus vidas".
"Creo que la gente de Portland tiene miedo. Basta ver lo que ha pasado en Portland en los últimos años: es un infierno en llamas", sostuvo Trump.
En este contexto, el mandatario criticó la decisión de la jueza federal Karin Immergut de impedir el despliegue de la Guardia Nacional en Portland.
"Y luego está una jueza que perdió el rumbo, que intenta fingir que no hay ningún problema. En realidad, ni siquiera dice eso: hay un enorme problema en Portland. ¿Y saben cuál es el problema? El crimen", dijo, agregando que Chicago tiene el mismo "gran problema". "Así que tenemos que salvar Chicago. Es muy importante", reiteró.
En conclusión, Trump aseguró que su Administración quiere acabar con el crimen, mientras que otras figuras políticas y de la Justicia "quieren avivarlo".
Responder a una "insurrección"
La Ley de Insurrección, modificada varias veces desde su aprobación en 1807, autoriza el empleo de las fuerzas terrestres y navales de EE.UU. para responder a "cualquier insurrección, violencia interna, combinación ilegal o conspiración" que "obstaculice la ejecución de las leyes de EE.UU. o se oponga a ello o impida el curso de la Justicia establecido por esas leyes".
Según esta norma, el presidente tiene derecho a aplicar la ley sin consultarlo con el Congreso, aunque debe hacerlo a través de una proclamación formal para dar tiempo a los residentes de las áreas afectadas a dispersarse y regresar a sus hogares en un tiempo limitado.
En 2020, Trump anunció el despliegue masivo de militares y policías para detener los disturbios en la capital del país, Washington, mientras multitudinarias manifestaciones sacudían al país por la muerte del afroamericano George Floyd, fallecido a manos de la Policía.
Aunque en aquel entonces el mandatario amenazó con aplicar la Ley de Insurrección y habló de ello públicamente, los despliegues reales fueron principalmente de la Guardia Nacional y tropas federales bajo otros mecanismos legales.
- Las autoridades locales han presentado una fuerte oposición a la decisión de Trump de desplegar la Guardia Nacional en sus territorios. Así, el gobernador de Illinois lo interpretó como una "amenaza de guerra".
- A este se sumó el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, quien manifestó que las palabras de Trump indican que "quiere ocupar nuestra ciudad y romper nuestra Constitución".
- A finales de septiembre, Trump ordenó al Departamento de Guerra que envíe "todos los soldados necesarios" a Portland para asegurar la ciudad y salvaguardar al personal de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
- La violencia contra el ICE está creciendo en EE.UU. en medio del descontento popular por las políticas migratorias y masivas deportaciones de Trump. Las protestas han causado heridos e incluso muertos, mientras Washington intensifica las medidas antimigrantes.